Cómo preparar queso fresco de cabra

Cómo preparar queso fresco de cabra

La idea de preparar mi propio queso fresco surgió cuando encontré una receta similar en el internet. Sin embargo, aquella receta era para queso fresco de vaca y en ella faltaban las cantidades. Después de varios intentos, encontré por fin las proporciones perfectas para alcanzar tanto la consistencia adecuada como ese saborcito típico tan rico del queso fresco. Y una vez que sabes las cantidades necesarias, el queso fresco resulta facilísimo de preparar (aunque no parezca, ya que yo aquí lo estoy describiendo muy detalladamente).

A todo esto, ya lo preparé varias veces, tanto con leche de vaca como con leche de cabra – y como soy muy aficionada al queso de cabra, debo reconocer que prefiero este último. Pero claro que es cuestión de gustos y las cantidades aquí mencionadas valen tanto para el queso fresco de vaca como para el de cabra.

Por cierto, ¡el queso de cabra es muy sano! Y es que la leche de cabra que se usa para prepararlo contiene menos grasa, lactosa y calorías que la leche de vaca, por lo cual es más fácil de digerir, especialmente para las personas con alergia a la lactosa. Además, contiene más minerales y vitaminas de alto valor nutritivo que la leche de vaca. La leche de cabra – y por consecuencia también el queso de cabra – son ricos en calcio, que es bueno para los huesos, así como en ácidos grasos insaturados, que son buenos para prevenir el cáncer.

Y he aquí cómo preparo mi queso fresco de cabra:

Ingredientes:

  • 1 litro de leche de cabra (contenido de grasa: aprox. 3%)
  • 150 a 300 ml de yogurt natural (1-2 tarros pequeños, dependiendo de la consistencia deseada)*
  • 2 limones bien jugosos
  • 1 cucharada de sal

*Si deseas que tu queso quede más compacto, usa sólo 1 tarro de yogurt (150 ml), si lo prefieres más suave para poder untarlo a tu pan, entonces usa 2 tarros (en total 150 ml).

Utensilios que necesitamos:

  • 1 olla
  • 1 cuchara de palo
  • 1 colador grande
  • 1 trozo grande de gasa o un secador u otra tela
  • 1 espumadera

Preparación:

  • Echar la leche en la olla y darle un hervor. Apenas empiece a hervir, retirar la olla del fuego y añadirle el yogurt, el jugo de limón y la sal. Revolver con la cuchara de palo y darle otro hervor.
  • Apenas vuelva a romper el hervor, apagar la hornilla, tapar la olla y dejar reposar unas 3 a 4 horas. De vez en cuando comprobar si la leche ha empezado a cuajar, para lo cual el suero (un líquido claro y un poco verdoso) se va separando del queso. Si no está cuajando, se le puede añadir medio limón. En este caso, volver a mezclar todo con la cuchara de palo y darle otro pequeño hervor. Luego volvemos a apagar la hornilla y lo dejamos reposar en la olla tapada hasta que el queso termine de cuajar por sí solo.
  • Luego de 3 ó 4 horas, ponemos la tela sobre el colador – y el colador sobre una fuente grande, por si se desea recuperar el suero. (El suero se puede tomar con un poco de miel y jugo o de limón, es también muy sano ya que contiene muchas vitaminas y minerales. Además, se puede usar más adelante para devolver un poquito del suero al queso en caso de que se le desee más cremoso).
  • Ahora empezamos a pasar los pedazos más grandes de queso con la espumadera de la olla al colador y finalmente vertimos los pedazos más pequeños sobre el mismo colador. Como queremos que el queso nos quede en bloque, lo exprimimos con la tela hasta que termine de salir todo el líquido posible, quedando el queso en la tela y el suero en la fuente debajo del colador.
  • Finalmente, ponemos 2 hojas de papel absorbente en un tazón pequeño y pasamos el queso de la tela al tazón. Lo apretamos bien con el papel para que se forme un bloque, cerramos el tazón y lo ponemos a refrigerar durante unas 8 horas o de un día para otro. ¡Y así tendremos al día siguiente un delicioso queso fresco de cabra para el desayuno! (El queso ahora debe tener el mismo aspecto que en la imagen de arriba. El papel que ponemos en el tazón es para que termine de absorber el resto de suero del queso).
  • Si quieres tu queso fresco más cremoso para poder untarlo más fácilmente a tu pan, puedes devolverle unas cucharadas del suero o añadirle un poco de crema de leche y mezclar bien con un tenedor. Y si deseas, puedes aderezarlo con hierbas aromáticas y/o con polvo de ají y/o con pasta de ajo y/o con un poco de aceite de oliva. ¡Los gustos varían y la fantasía no tiene límites!

Así preparé mi queso fresco de cabra hace poco: En un frasco con aceite de oliva y hierbas. Quedó riquísimo y además es una excelente idea como regalo cuando estás invitado a una fiesta o reunión 🙂

¡Qué delicia! (¿No se te hace agua la boca?) 🙂 

Y aquí la receta en alemán / Und hier das Rezept auf Deutsch: Ziegenfrischkäse selbst herstellen

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= Por qué =

= Por qué =

¿Que por qué te amo?
– hoy me has preguntado –
y a ver cómo te lo explico:
Pues simplemente te amo,
porque tú me has cautivado
y porque somos un equipo.

Porque contigo sueño,
porque feliz sabes hacerme
y porque eres como eres.
De mi corazón eres el dueño,
porque sabes conmoverme
con la forma en que me quieres.

Porque cada vez que yo te veo
tú llenas de luz mi mundo
y de alegría mi corazón.
Porque eres lo que más deseo,
un sentimiento profundo,
la razón del sinrazón.

Porque mi corazón se empeña
en amarte con locura
cada minuto y cada día.
Porque tu amor me enseña
que no existe la cordura
y porque te necesito, vida mía.

Hoy te dedico este canto
para que te lo lleve el viento
y te lo trate de explicar:
Te amo simplemente tanto
y aquello que yo siento
es más profundo que el mar.

evy-is-online.com ©

Esta poesía la escribí en el año 2000 en alemán y la traduje al español en 2018.

Y aquí la versión en alemán / Und hier die deutsche Version: Warum

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= Warum =

= Warum =

Warum ich dich liebe?
Das möchtest du hören?
Wie kannst du mich das fragen!
Weil ich dich einfach liebe,
weil wir zusammengehören,
was soll ich dir noch sagen?

Weil du so bist wie du bist,
weil wir uns ergänzen,
weil du mich glücklich machst.
Weil du mein Traummann bist,
und weil deine Augen glänzen
wenn du mich zärtlich anlachst.

Weil die Welt in Ordnung ist
jedes Mal wenn ich dich sehe,
und weil ich bei dir ich sein kann.
Weil du so lieb zu mir bist,
und wohin auch immer ich gehe
ich deine Liebe spüren kann.

Weil mein Herz dich lieben mag,
weil die Schmetterlinge fliegen,
in meinem Bauch,
jede Minute, jeden Tag
und das wird niemals verfliegen,
weil ich dich brauch.

Ich liebe dich so sehr,
wie soll ich das beschreiben?
Es ist einfach Liebe!
Ein Gefühl, tiefer als das Meer,
und ich kann dir jetzt nur schreiben,
dass ich dich liebe.

evy-is-online.com ©

Dieses Gedicht habe ich im Jahr 2000 auf Deutsch geschrieben und 2018 ins Spanische übersetzt.

Das Foto auf dem Titelbild habe ich im April 2007 im Hermannshof-Park in Weinheim an der Bergstraße gemacht.

Und hier die spanische Version / Y aquí la versión en español: Por qué

 

Gratinierte Auberginen mit Nudeln

Gratinierte Auberginen mit Nudeln

Zu diesem Gericht habe ich mich beim Tivoli, unserem Lieblings-Restaurant in Worms, inspirieren lassen. Dort gibt es nämlich eine super leckere „Melanzane al forno“, allerdings als Vorspeise – ohne Nudeln und auch ohne Zucchini. Aber dieses Rezept ist natürlich meine eigene Interpretation dieses köstlichen Gerichts! Und so bereite ich das zu:

Zutaten (für 4 Personen):

  • 2 Auberginen
  • 2 Zucchini (oder 1 weitere Aubergine)
  • Olivenöl
  • 1 Bund frisches Basilikum
  • 1 große Zwiebel
  • 1 Sellerie-Stängel
  • 1 TL Knoblauchpaste (oder selbstgemacht: Rezept für Knoblauchpaste)
  • 1 TL gelbe Chilipaste (oder selbstgemachte Chilipaste)
  • Oregano, Thymian und Rosmarin (frisch oder getrocknet)
  • 400 Gramm geschälte Tomaten
  • Salz und Pfeffer nach Geschmack
  • 1 TL Zucker
  • etwas Orangensaft oder Weißwein
  • 150 Gramm (Büffel-) Mozzarella
  • Viel geriebener Parmesankäse
  • 500 Gramm Nudeln

Zubereitung:

  • Auberginen und Zucchini quer in runde, ca. 2 mm dicke Scheiben schneiden.
  • Auberginen- und Zucchini-Scheiben portionsweise in einer beschichteten Pfanne mit Olivenöl, Salz und Pfeffer bei mittlerer Temperatur auf beiden Seiten kurz anbraten, bis die Scheiben geröstet sind. Anschließend die Gemüsescheiben auf Küchenpapier legen, um das überflüssige Fett abzusaugen.
  • Basilikum putzen, klein schnippeln und in 3 Portionen trennen (1x für die Soße, 1x für die Auberginen-Türmchen und 1x für die Dekoration über die Nudeln zum Schluss).
  • Zubereitung der Soße:
    • Zwiebeln und Sellerie in gleichmäßige Würfel schneiden und in einem kleinen Topf mit Olivenöl dünsten. Knoblauch- und Chilipaste hinzufügen und kurz mitdünsten.
    • Den Inhalt des Topfs zusammen mit den Tomaten, ein Drittel des Basilikums, Oregano, Thymian, Rosmarin, Salz, Pfeffer und Zucker in den Mixer geben und pürieren.
    • Die pürierte Soße in denselben Topf zurückgeben, einen Schuss Orangensaft oder Wein dazu geben und ca. 10 Minuten zugedeckt bei kleiner Hitze köcheln lassen.
  • Während die Soße kocht, heizen wir den Ofen auf 180°C vor und setzen das Wasser für die Nudeln auf.
  • Dann legen wir Backpapier in eine ofenfeste Form auf und bestreichen es und mit etwas Olivenöl. Ich empfehle, das Backpapier vorab in kleine Quadrate oder Kreise zu schneiden und die Auberginen-Türmchen auf jedem einzelnen Blatt Papier aufzubauen. So kann man sie später leichter servieren, ohne dass sie auseinanderfallen. Außerdem empfehle ich, Backförmchen ohne Boden zu verwenden, um den Türmchen einen besseren Halt zu geben (siehe Bild unten).
  • Und so werden die Gemüse-Türmchen gemacht: Wir stapeln vorsichtig in die Backförmchen je:
    • eine Schicht Auberginen-Scheiben
    • 1 EL Tomatensoße
    • etwas Basilikum
    • ein paar Scheibchen Mozzarella
    • eine Schicht Zucchini-Scheiben
    • wieder 1 EL Tomatensoße
    • noch mehr Basilikum
    • geriebenen Parmesankäse
    • die restlichen Auberginen- und Zucchini-Scheiben
    • noch 1 EL Tomatensoße
    • und die restliche Mozzarella oben drauf.

  • Anschließend schieben wir die Form mit den Auberginen-Türmchen in den Ofen und überbacken sie 10 Minuten lang bei 180°C.
  • Während die Auberginen-Türmchen im Ofen sind, kochen wir die Nudeln. Wenn sie fertig sind, sieben wir die Nudeln und vermischen sie mit dem Rest der Tomatensoße und mit geriebenem Parmesankäse.
  • Dann nehmen wir die gratinierten Auberginen-Türmchen aus dem Ofen, heben sie mit einem Pfannenwender mitsamt Papier aus der Form an und platzieren sie auf die Teller. Anschließend ziehen wir das Papier vorsichtig heraus und entfernen die Förmchen. Die Nudeln servieren wir daneben und den Rest des geschnippelten Basilikums streuen wir über die Nudeln. Fertig!

Guten Appetit!

Und hier geht es zur spanischen Version / Y aquí la receta en español: Berenjenas gratinadas con fideos

Man kann das Gericht allerdings variieren – hier eine Version ohne Zucchini, dafür mit Shrimps und Spaghetti:

Man kann es aber auch hervorragend mit Spaghetti und einer Basilikum-Soße kombinieren:

Wie ich meine Basilikum-Soße nach peruanischer Art zubereite, erfährst du hier: Spaghetti mit Basilikum-Soße

 

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Berenjenas gratinadas con fideos

Berenjenas gratinadas con fideos

Esta receta la inventé inspirada por un plato muy rico que hay en el Tivoli, nuestro restaurante favorito en la ciudad de Worms aquí en Alemania. Sin embargo, el verdadero “melanzane al forno” del Tivoli es una entrada y no lleva fideos ni tampoco calabacines. Pero ésta es mi propia interpretación de este plato tan rico – y es así como lo preparo yo:

Ingredientes (para 4 personas):

  • 2 berenjenas
  • 2 calabacines (o 1 berenjena más)
  • aceite de oliva
  • 1 atado de albahaca
  • 1 cebolla grande
  • 1 rama de apio
  • 1 cucharadita de ajo molido
  • 1 cucharadita de ají molido
  • orégano, tomillo y romero
  • 400 gramos de tomates pelados
  • sal y pimienta al gusto
  • 1 cucharadita de azúcar
  • un chorro de jugo de naranja o de vino blanco
  • 150 gramos de mozzarella
  • bastante queso parmesano rallado (al gusto)
  • 500 gramos de fideos

Preparación:

  • Cortar las berenjenas y los calabacines a lo ancho en rodajas de aprox. 2 milímetros de ancho.
  • En una sartén antiadherente freír por porciones las berenjenas y los calabacines por ambos lados en aceite de oliva. Salpimentar y una vez que estén doradas por ambos lados, sacarlas de la sartén y ponerlas sobre una hoja de papel absorbente para sacarle la grasa que está de más.
  • Limpiar la albahaca, picarla y separarla en 3 porciones (una para la salsa, una para las torrecitas de berenjena y una para la decoración de los fideos al final).
  • Preparación de la salsa:
    • Picar y dorar la cebolla y el apio en una sartén con aceite de oliva. Añadir el ajo y el ají y dorar todo junto unos minutitos más.
    • Pasar el contenido de la sartén a la licuadora y licuarlo junto con los tomates, un tercio de la albahaca, el orégano, tomillo, romero, sal, pimienta y azúcar.
    • Devolver la salsa licuada a la olla, añadirle un chorrito de jugo de naranja o de vino y cocinar a fuego lento unos 10 minutos con la olla tapada.
  • Mientras hierve la salsa, precalentar el horno a 180°C y poner a hervir el agua para los fideos.
  • Poner papel de hornear en una bandeja para hornear y engrasarla con aceite de oliva. Recomiendo recortar el papel de hornear en cuadrados o círculos e ir formando las torrecitas de berenjena individualmente sobre cada pedazo de papel. Así será más fácil servirlas más tarde. Además para que no se desmoronen las torrecitas, recomiendo también usar unos moldecitos redondos sin fondo (así como en la imagen de abajo).
  • Ahora procedemos a hacer las torrecitas de berenjena:
    • primero ponemos una capa de berenjena,
    • la recubrimos con una cucharada de salsa de tomate,
    • añadimos un poco de albahaca, unas tajadas de mozzarella,
    • una capa de calabacines,
    • otra cucharada de salsa de tomate,
    • más albahaca,
    • queso parmesano rallado,
    • el resto de la berenjena y calabacines,
    • otra cucharada de salsa de tomate
    • y encima de todo, el resto de la mozzarella.

  • Poner la bandeja con las torrecitas en el horno y hornear unos 10 minutos con 180°C.
  • Mientras tanto, cocinamos los fideos y una vez que estén listos, los colamos y los mezclamos con el resto de la salsa de tomate y un poco de queso parmesano rallado al gusto.
  • Sacar la bandeja del horno. Con una espátula, levantar las torrecitas de berengena con papel y todo y colocarlas en los platos. Luego retirar el papel de abajo jalándolo cuidadosamente y finalmente retiramos los moldes. Servir los fideos al lado de las berenjenas y decorarlos con el resto de la albahaca.

¡Buen provecho!

Y aquí la versión en alemán / Und hier das Rezept auf Deutsch: Gratinierte Auberginen mit Nudeln

Por cierto, este plato también se puede variar – aquí una versión sin calabacines, pero con unos camaroncitos:

Este plato además queda riquísimo combinado con tallarines (espaghetis) y salsa verde:

Y aquí la receta de mi salsa verde peruana: Tallarines con salsa verde


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= Angelitos =

= Angelitos =

Cada vez que tú te encuentras lejos
y yo siento una nostalgia indescriptible,
tú me llamas y me llenas de cortejos.
Pero dime… ¿cómo puede ser posible?

Cuántas veces pensamos tú y yo lo mismo
al mismo tiempo, como por acto de videncia,
aunque la distancia conste de un abismo.
¿Será posible tanta coincidencia?

¿Será algo así como telepatía?
¿O quizás transmisión de pensamientos?
Es que no es simplemente simpatía,
¡Es la fuerza de nuestros sentimientos!

¿O serán nuestros pensamientos, quien diría,
que tienen alas, como unos angelitos,
y sigilosos se encuentran cada día
para contarse sus secretos inauditos?

¡Nuestros pensamientos – imagínate mi amor –
citándose por ahí en un lugar desconocido!
Dos angelitos traviesos, sí señor,
que nos han mandado la flecha de cupido.

Dos angelitos flotando a nuestro alrededor
murmurándose al oído lo que sienten.
Angelitos que representan nuestro amor
y cuyas palabras nunca mienten.

Te amo – me susurra tu ángel tiernamente
¡y mi corazón da un vuelco de emoción!
Y un coro de angelitos responde alegremente:
¡Viva el amor! ¡También yo te amo, corazón!

evy-is-online.com ©

Versos escritos en alemán en 2002
Versión alemana mejorada en 2018
y traducida al castellano en 2018

Y aquí la versión en alemán: Engel

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= Engel =

= Engel =

Meistens, wenn du ganz weit weg bist
und du fehlst mir und ich fühle mich allein
rufst du an und sagst: ich habe dich vermisst!
Sag nur… wie kann das möglich sein?

Oft denken wir dasselbe, allzu oft,
Aber… kann das nur ein Zufall sein?
Im Restaurant bestellen wir unverhofft
dieselben Gerichte, denselben Wein.

Ist es so etwas wie Telepathie?
oder gar Gedankenübertragung?
Es ist jedenfalls mehr als Sympathie,
des Herzens eine fröhliche Bejahung!

Oder sind es unsere Gedanken, die tatsächlich,
ab und zu ein paar Flügel kriegen
wie zwei Engelchen, die ganz gemächlich
heimlich zueinander fliegen?

Unsere Gedanken, stell dir vor, mein Schatz,
die sich treffen, irgendwo auf halber Strecke,
an einem geheimen, wunderschönen Platz:
zwei freche Engel unter einer Decke!

Sie schweben irgendwo zwischen Dir und mir
und erzählen sich ihre heimlichen Gefühle.
Und sie verbinden uns, denn sie sind wir:
sie sind unsere Chemie, wie Herzens-Moleküle.

Ich liebe dich, flüstert dein Engel mir ins Ohr,
und es fliegen Schmetterlinge in meinem Bauch!
Und fröhlich singt nun ein Engelschor:
Es lebe die Liebe und ich liebe dich auch!

evy-is-online.com ©

deutsche Version geschrieben 2002
deutsche Version überarbeitet 2018
und ins Spanische übersetzt 2018

Das Foto auf dem Titelbild habe ich im Dezember 2011 in Lima im Viertel von Chacarilla del Estanque aufgenommen.

Und hier die spanische Version / Y aquí la versión en español: Angelitos

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Portugal: Lissabon / Lisboa

Hinweis: Um das komplette Fotoalbum zu sehen, bitte herunterscrollen.
Aviso: El álbum completo de fotos lo encuentras más abajo en esta misma página.

Hier ein paar Bilder von Lissabon, wo wir 5 wunderschöne Tage im Jahr 2016 verbracht haben. Um ehrlich zu sein, bin ich damals völlig ohne Erwartungen hingeflogen, wurde aber sehr angenehm überrascht: Lissabon ist so eine wunderschöne Stadt, dass sie alle meine Erwartungen – hätte ich welche gehabt – mit Sicherheit bei weitem übertroffen hätte.

Y aquí unas fotos de Lisboa, donde pasamos 5 maravillosos días en el 2016. Para ser bien franca, viajé allí sin ningún tipo de expectativas – y me llevé una muy grata sorpresa: Lisboa es una ciudad tan hermosa que, de haber tenido expectativas, igual las hubiera superado – y con creces.

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Der Beginn eines neuen Lebensabschnitts

Der Beginn eines neuen Lebensabschnitts

Den folgenden Aufsatz schrieb ich im Dezember 1985, wenige Wochen bevor ich mit der Schule fertig war. Meiner geliebten Spanischlehrerin, Miss Olga Portocarrero (RIP), gefiel mein Aufsatz so gut, dass sie ihn an das schwarze Brett hing. Und heute, fast 33 Jahre später, möchte ich ihn gerne mit all denjenigen teilen, die meine Webseite mit ihrem Besuch ehren:

Eines warmen Apriltages in den Siebzigerjahren durchquerte ich zum ersten Mal das Eingangstor von meiner Schule. Es war mein erster Schultag und, wie es bei einem siebenjährigen Mädchen nachvollziehbar ist, hatte ich Angst. Angst vor der riesengroßen Kinderschar, dich mich auf einmal umgab, und vor der Einsamkeit inmitten der großen Menschenmenge. Aber auch Angst vor dem neuen Lebensabschnitt, den ich gerade begann. Ich fühlte mich verunsichert und wusste nicht, an wen ich mich wenden sollte, und so ließ ich dort, mitten auf dem Schulhof, ein paar heimliche Tränen laufen. Ich hatte meine Zweifel, ob ich mich an die Schule und ihre Leute gewöhnen würde, an die Lehrerinnen, die meine Schritte lenken würden, und an die Freundinnen, von denen ich heute schweren Herzens Abschied nehmen muss. Und es kamen noch mehr und mehr Mädchen an, alle mit bis zu den Knien hochgezogenen Strümpfen, blitzsauberen Schürzen und kunterbunten Pausenboxen. Es war sehr laut und man hörte die Kinder lachen, weinen und schreien… Und meine Gedanken gerieten so durcheinander, dass ich mich total verunsichert fühlte und eine Blockade bekam.

Viele Jahre sind seitdem vergangen und meine Angst blieb für lange Zeit verborgen, denn die Schule entpuppte sich als unterhaltsam und vergnüglich – natürlich mit den typischen Sorgen, die man in diesem Alter hat, die aber immer noch geringer sind als jene, mit denen wir in einer nahen Zukunft konfrontiert werden. In all diesen Jahren habe ich viel gelernt: Abgesehen von den üblichen Schulfächern habe ich gelernt, meine Mitmenschen zu lieben und zu respektieren, gute wie schlechte Zeiten zu teilen, im Chor mit jenem gesunden Lachen der fröhlichen Kindheit und der flüchtigen Pubertät zu lachen, wegen des Leidens eines anderen zu weinen, den Kummer einer geliebten Freundin zu teilen und ihr Hilfe und Rat anzubieten oder im richtigen Moment auch mal zu schweigen. Ich habe gelernt, dass das Leben weder so einfach ist, um sich zurückzulehnen und die Arbeit unvollendet liegen zu lassen, noch so schwierig, um in Tränen auszubrechen.

Die Zeit ist vergangen – 11 Jahre, um genauer zu sein – und jener ferner Apriltag, de fast in Vergessenheit geraten war, taucht nun in meinem Geiste wieder auf. Und wieder spüre ich, wie damals, dieselbe Angst und Unsicherheit, denn ich befinde mich wieder vor dem Beginn eines neuen Lebensabschnits. Nur dass es diesmal viel schwieriger wird: dieser neue Lebensabschnitt, der mir nun bevorsteht, ist entscheidend, denn es ist der Moment, in dem ich die Schule abschließen und die Schuluniform für immer an den Nagel hängen werde, um den Weg in ein neues, mir noch unbekanntes Leben zu beschreiten. Ein neues Leben, welches von meinem ganzen Wesen, manchmal mit aller Macht erreicht und manchmal nachdrücklich verweigert werden möchte.

Meine lieben Mitschülerinnen, ich weiß, dass ich nicht die Einzige bin, die diese Phase der Unsicherheit durchmacht: Wir alle erleben sie, nur manche von uns spüren sie stärker, aber im Grunde benötigen wir alle viel Mut und Begeisterung, um die Ziele, die wir uns für unser zukünftiges Leben gesetzt haben, erfolgreich zu erreichen, da diese für unser spirituelles wie materielles Glück ausschlaggebend sind. Deshalb möchte ich euch den Rat geben, Vertrauen zu haben und nicht den Mut oder die Fassung zu verlieren, denn das Glück, nach dem wir alle streben, befindet sich in unseren Händen. Und wir werden es erreichen, wenn wir den rechten Weg wählen und das ernten, was unsere Lehrer mit so viel Hingabe und Selbstlosigkeit in unsere Seelen gesät haben.

Ich denke, dass auch wir ein paar Spuren unseres Aufenthalts in der Schule hinterlassen werden. Abgesehen natürlich von so manchem Gekritzel an Türen und Schulbänken, sowie die Autogramme und Zeichnungen in den berühmten Poesiealben, die zurzeit so unbekümmert durch das Klassenzimmer wandern (sogar während des Unterrichts) und den Widmungen, die wir uns unwillkürlich gegenseitig in der letzten weißen Bluse kritzeln werden, werden wir sicher auch positive Spuren in der Form eines guten Vorbilds für unsere jüngeren Mitschülerinnen hinterlassen, die uns in den nächsten Jahrgängen folgen werden. Und sogar unsere Lehrer werden sich sicher an die Leistungen von einigen von uns erinnern, nicht nur bezüglich unserer Fähigkeit für das eine oder andere Schulfach, sondern auch – und um ehrlich zu sein – um ihnen das eine oder andere graue Haar zu entlocken, was sie uns hoffentlich verzeihen werden.

Und hier die Version auf Spanisch: Iniciando una nueva etapa

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Das Titelbild habe ich auf einer unserer vielen Reisen in den Straßen von Südfrankreich gemacht.

Iniciando una Nueva Etapa

Iniciando una Nueva Etapa

La siguiente composición la escribí en diciembre de 1985, pocas semanas antes de terminar el colegio. A la Miss Olguita Portocarrero, mi recordadísima profesora de lenguaje (q.e.p.d.), le gustó tanto, que lo colgó en el periódico mural de nuestra clase. Y hoy, casi 33 años más tarde, quisiera compartirlo con todo aquél que honre mi página web con su visita:

Un tibio día de abril de milnovecientos setentaitantos crucé por primera vez el umbral de las puertas de mi colegio. Era mi primer día de clases, y, como es lógico en una niña de siete años de edad, sentí miedo. Miedo a toda la chiquillada que me rodeaba, a la soledad en medio de aquél montón de gente, a la nueva etapa que iniciaba. Me sentí además insegura, no supe a dónde ir ni a quién recurrir, y allí, parada en el medio del patio, dejé escapar unas lágrimas furtivas. Dudé si llegaría a acostumbrarme al colegio y a su gente, a las profesoras que guiarían mis pasos y a las amigas, a quienes ahora me cuesta decir adiós. Y seguían llegando niñas y más niñas con las me­dias hasta las rodillas, los mandiles impecables y sus lon­cheras de vivos colores. Había un gran bullicio, risas, llan­titos, gritos… Y yo tenía mis ideas en tal desorden, que me sentí bloqueada y súmamente confundida.

Los años han pasado y mi temor quedó oculto durante mucho tiempo, porque el colegio resultó ser alegre y divertido, claro que con los problemas típicos de esa edad, pero siempre menores a otros que habremos de enfrentar en un próximo fu­turo. En estos años he aprendido muchas cosas, aparte de las materias escolares de siempre, he aprendido a querer y a respetar al prójimo, a compartir los buenos y malos ratos, a reír a coro con aquellas sanas risas de la alegre niñez y de la fugaz adolescencia, a llorar por una pena ajena y a sufrir por el dolor de una amiga querida, ofreciéndole ayuda y con­sejo o callando en ciertas ocasiones. He aprendido que la vida no es tan fácil como para cruzarse de brazos y dejar las cosas a medio hacer, ni tan difícil como para echarse a llorar.

Ha pasado el tiempo, once años para ser más exacta, y aquel lejano día de abril que casi había quedado en el olvido, aflora ahora a mi mente, haciéndome volver a sentir ese temor y esa inseguridad, como antes también por el inicio de una nueva etapa, sólo que esta vez se trata de una más difícil: Esta nueva etapa que se avecina es crucial, el momento en que habré de graduarme y de colgar el uniforme escolar para siem­pre, para encaminarme hacia una nueva vida, desconocida aún para mí, y que todo mi ser pugna por alcanzar unas veces y otras rechaza tajantemente.

Compañeras de clase y de todo el colegio: sé que no soy la única que está pasando por esta incertidumbre, todas la esta­mos viviendo, sólo que unas la sentimos con más fuerza; pero en el fondo todas necesitamos valor y entusiasmo para lograr con éxito nuestras aspiraciones en la vida futura, que es tan decisiva para nuestra felicidad espiritual y material. Por todo esto les aconsejo que tengan fé y un poquito de ánimo, sin perder la calma, que la felicidad que buscamos está en nuestras manos y habremos de alcanzarla si seguimos el camino del bien y cosechamos lo que nuestros profesores han sembrado con tanta dedicación y desinterés en nuestras almas.

Pienso que nosotras también estamos dejando algunas huellas de nuestro paso por el colegio. Aparte, claro está, de algunos garabatos y firmas en las puertas y carpetas, así como autó­grafos y dibujos en los famosos cuadernos de recuerdos que en estos momentos tan campantemente circulan por el salón (incluso en horas de clase) y las dedicatorias que impajaritablemente nos haremos las unas a las otras en la última blusa blanca que nos pongamos, quedarán las huellas de nuestro buen ejemplo para nuestras compañeras menores, que nos seguirán en las futuras promociones. Incluso nuestros pro­fesores recordarán algunos méritos nuestros en cuanto a nues­tras habilidades no sólo para tal o cual curso, sino también, y por qué no reconocerlo, para sacarles unas cuantas canas verdes, que espero sepan perdonarnos.

Y aquí la versión en alemán: Der Beginn eines neuen Lebensabschnitts

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La foto de portada la tomé en una carretera del Sur de Francia durante uno de nuestros muchos viajes a ese hermoso país.