“Mente sana en cuerpo sano”
dijo el poeta Juvenal,
palabras no dichas en vano:
Una sentencia universal
reconocida mundialmente
y muy acertada realmente.
Nuestro cuerpo es la vivienda
en la que mora nuestra mente.
Nuestro cuerpo es una ofrenda,
del alma la morada viviente.
¡Y por eso es nuestro deber
cuidarlo como debe de ser!
Si se estropea nuestra casa
a otra nos podemos mudar,
mas si a nuestro cuerpo le pasa
se queda el alma sin hogar.
¡Y la estadía en este mundo
se nos acabó en un segundo!
Por eso vive sanamente,
evita el tabaco y el estrés,
come bien y bebe suficiente:
¡Es por tu propio interés!
Haz deporte feliz y cantando
y descansa de vez en cuando.
Permíteme que te aconseje
que no exijas demasiado
pues la humildad te protege
de la decepción y el enfado.
Vive más concientemente
y piensa positivamente.
La mente necesita en efecto
un cuerpo sano, mas a su vez
el cuerpo tampoco es perfecto
si la mente funciona al revés:
¡También nuestro cuerpo amable
merece una mente saludable!
Saludable es nuestra mente
si la llenamos de alegría y amor
Y además definitivamente
si evitamos el odio y rencor.
Y sobre cuando perdonamos
y nuestro corazón de amor llenamos.
Esta poesía la escribí en alemán en marzo de 2017 y la traduje al español 2 días después.
Aquí la versión en alemán / Hier die deutsche Version: Gesunder Körper, gesunder Geist