Desde hace muchos años que preparo mi propia pasta de ajo molido para el uso diario en la cocina. Y desde que preparé por primera vez mi pasta de ají molido, ésta tampoco ya no falta nunca en mi cocina. Sin embargo un día me pregunté por qué nunca se me había ocurrido antes hacer también una pasta de cebolla molida… ¡Sería tan práctico, pensé, el no tener que picar cebollas cada vez que las necesite para mis salsas, guisos y sopas! Y un buen día la idea maduró y entonces me puse manos a la obra. La preparación resultó ser bastante fácil y el resultado – ¡simplemente delicioso! Tanto así que tengo que compartirlo con ustedes:
Ingredientes (para 2 frascos grandes):
- 8 cebollas rojas grandes
- Aceite vegetal
Preparación:
- Pelar la cebolla y picarla en trozos medianos. Recomiendo usar una picadora multiusos para facilitar la faena (y para que no lagrimeen tanto nuestros ojitos).
- Freír las cebollas en una sartén con aceite vegetal hasta que estén bien doraditas. Recomiendo no freírlas todas juntas sino por porciones, de modo que las cebollas cubran el fondo de la sartén pero no estén unas encima de otras, para que se doren bien parejas. En cuanto a la cantidad de aceite, tiene que cubrir las cebollas para que no se peguen al fondo de la sartén, pero tampoco le pongas más aceite que cebollas.
- Cuando las cebollas se pongan doraditas (como en la imagen de abajo), están en su punto.
- Pasar las cebollas a una licuadora y proceder a freír la siguiente porción de cebollas.
- Una vez que estén fritas todas las cebollas, las licuamos con el mismo aceite de la sartén. De ser necesario, le añadimos aceite hasta conseguir una pasta homogénea.
- Finalmente pasamos la pasta de cebollas a un frasco con tapa rosca y lo conservamos en la refrigeradora. El aceite ayuda a que la cebolla que se conserve fresca bastante tiempo.
Observaciones:
- La pasta de cebollas la utilizo principalmente para aderezar mis guisos, salsas y sopas (en lugar de picar cebollas cada vez). Es por eso que la preparo sin sal, para evitar que mis platos me queden demasiado salados. Y es que uno siempre puede añadir sal, pero si le pones demasiado, ya no se la puedes sacar…
- Quizás te has preguntado por qué preparo la pasta de cebollas con cebollas doradas y no con cebollas crudas (como lo hago con mi pasta de ajo). Y es que cuando uno corta una cebolla cruda y la deja abierta al aire libre mucho tiempo, al cabo de unas horas se empiezan a formar gérmenes que le dan un mal gusto a la cebolla y son dañinos para la salud. Supongo que no es el caso cuando las cebollas están conservadas en aceite, ya que el aceite las protege contra el contacto con el aire. Pero las cebollas doradas saben simplemente riquísimas ¡y ese mismo saborcito tiene también esta deliciosa pasta de cebollas doradas!
Caducidad:
Calculo que la pasta se conserva fresca por lo menos unas 4 semanas. Yo hice mis 2 primeros frascos de pasta de cebollas hace unas 2 semanas y las guardé en la refrigeradora. El primer frasco ya se acabó, el segundo todavía está bien fresquito. Más adelante actualizaré esta información y les contaré cuánto tiempo más se mantuvo fresco el resto de mi riquísima pasta de cebollas!
Y aquí la receta en alemán / Und hier das Rezept auf Deutsch: Zwiebelpaste
Y aquí mi „trío de pastas“: de cebollas, de ajo y de ají:
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