Mi niño lindo, pequeñito,
estaba aprendiendo a hablar.
A los dos años, mi tesorito,
ya quería conversar.
Un buen día en la cocina,
yo estaba preparando la cena
y mi hijo con su voz tan fina
me endulzaba la faena.
¿Qué me cuentas, mi chiquito?
Hoy hablas como un papagayo.
Y él responde, seriecito:
¡No, como una mamagayo!
Estos versos los escribí inspirada por las ocurrencias de mi hijo cuando era pequeñito en el año 1997 en español y los traduje al alemán en 2017.
Y aquí la versión en alemán / Und hier die deutsche Version: Der Mamagei
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