Hace poco encontré en un supermercado de mi región aquí en Alemania cúrcuma fresca de cultivo ecológico, ¡proveniente del Perú, mi país natal! Hasta ese entonces, yo había usado cúrcuma (también conocida como palillo o turmeric) como condimento en polvo para sazonar y para darle un color amarillo a mis platos. Sin embargo, debo de reconocer que nunca antes había visto cúrcuma fresca y sabía muy poco sobre esta valiosa raíz. Compré espontáneamente 2 paquetitos y llegando a casa, preparé una pasta de cúrcuma. A mí me encantan las pastas y suelo preparar mis propias pastas de ajo y de ají molido. Y es así exactamente como preparé mi pasta de cúrcuma, mezclando la cúrcuma con aceite y licuándola hasta que tuvo la consistencia adecuada. No estuvo nada mal la idea y la pasta quedó deliciosa, sin embargo muy pronto me dí cuenta de que – a diferencia de mis pastas de ajo y de ají, la pasta de cúrcuma así preparada sólo se mantiene fresca unas 3 ó 4 semanas. Es por eso que la próxima vez decidí procesar la cúrcuma y convertirla en polvo para que se conserve fresca más tiempo. Averigüé en el internet cómo es el proceso, encontré varias versiones y escogí los pasos que me parecieron más convenientes de cada versión.
Bueno, y qué más les puedo decir – ¡aparte de que he quedado maravillada! Los condimentos frescos, fabricados por uno mismo, tienen un sabor mil veces más intenso que los que solemos comprar en las tiendas. Cuando uno prepara sus propios condimentos y pastas no sólo saben éstos mucho mejor, sino que además es una sensación increíblemente gratificante el utilizar productos caseros hechos por uno mismo en la vida cotidiana. La verdad es que estoy tan entusiasmada que incluso estoy pensando seriamente plantar cúrcuma en nuestro jardín para poder producir polvo de cúrcuma de mi propia cosecha el año que viene. Sin embargo, hasta este entonces faltan muchos meses y mientras tanto ya estoy planeando mi próximo proyecto, que es hacer mi propio curry, para lo cual ya tengo el primero ingrediente, que es el polvo de cúrcuma… Bueno, no es mucho lo que tengo, pero ahora que sé cómo se hace, seguro que no será la última vez que lo hago.
Por cierto, la cúrcuma pertenece a la familia del jengibre, incluso se le parece mucho, sólo que las raíces son más pequeñas y por dentro son de color amarillo oscuro o naranja. Además, la cúrcuma es sanísima y se usa para combatir muchas enfermedades y síntomas, entre ellas el cáncer, el Alzheimer, problemas digestivos, la artritis, el reumatismo así como problemas del hígado y de la vesícula biliar. Además ayuda a bajar de peso y a reducir el nivel de colesterol. La sustancia más importante que contiene es la curcumina, la cual tiene un efecto antiinflamatorio, analgésico y anticancerígeno. Si deseas saber más sobre esta valiosa raíz, aquí comparto una página muy interesante que encontré en el internet: Cúrcuma: uso, dosis, propiedades y beneficios para la salud.
¡Y ahora después de tan larga introducción seguro que te ha dado curiosidad y quieres saber por fin cómo preparo mi maravilloso polvo de cúrcuma! Y yo con mucho gusto comparto contigo aquí mi secreto:
Ingredientes y todo lo que se necesita para el proceso:
- Para aprox. 40 gramos de polvo de cúrcuma necesitamos aprox. 200 gramos de cúrcuma fresco
- 1 par de guantes de goma
- Una cuchara o un cuchillo sin filo
- Una licuadora
- Un horno casero o un deshidratador
Preparación:
- Primero que nada nos ponemos los guantes – te recomiendo seguir este consejo porque la cúrcuma tiñe tan fuerte que su color amarillo puede tardar hasta una semana en desaparecer tu tus manos y de tus uñas.
- Pelar la cúrcuma rascando la cáscara con el borde de una cuchara o con un cuchillo sin filo. Esta no sólo es la forma más fácil de pelarla, sino que además así no se desperdicia nada del fruto.
- Picar la cúrcuma con un cuchillo filudo en pedazos pequeños de tamaño parejo y secarlas con un papel de cocina.
- Luego acomodar los pedacitos de cúrcuma bien sea en el deshidratador (recomiendo colocar papel de cocina debajo para que los pedacitos de cúrcuma no se caigan) o en una bandeja de hornear sobre una hoja de papel para hornear y ponerlas a secar en el horno. Prender el horno a fuego lento (máximo 50°C), dejando una rendija de la puerta del horno abierta para permitir que la humedad salga. No uses más temperatura ya que no queremos ni cocinar ni quemar la cúrcuma, sino simplemente secarla, lo cual tarda unas 2 a 3 horas.
- Luego de 2 horas controlar si los pedacitos de cúrcuma ya se secaron del todo. Si todavía están blandos, es porque aún contienen humedad que todavía debe salir. En ese caso déjalo un rato más hasta que estén completamente secos. El tiempo que necesiten para secarse del todo depende del tamaño en que has cortado la cúrcuma.
- Cuando la cúrcuma esté por fin completamente seca, pásala a una licuadora y muélela unos 2 ó 3 minutos hasta que se convierta en polvo.
- Ahora tenemos un maravilloso polvo doradito de cúrcuma, el cual pasamos con ayuda de un embudo ancho a un frasco u otro recipiente con tapa hermética.
- ¡Listo! Y ahora acerca tu olfato para que aprecies el maravilloso aroma de este magnífico condimento. Verás cómo te provoca inmediatamente preparar algún rico plato y sazonarlo con este magnífico oro en polvo, dándole un intenso color amarillo… La cúrcuma la puedes usar también para remplazar el azafrán, aunque tiene un sabor diferente, pero el mismo efecto colorante.
- ¡Buen provecho y que disfrutes tu polvo de cúrcuma!
Y aquí la receta en alemán / Und hier das Rezept auf DEUTSCH: Kurkuma-Pulver selbst herstellen
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11.10.2018
Me es un placer compartir hoy el e-mail de una muchacha argentina muy simpática que, luego de contactarme hace poco vía facebook, compartió conmigo unas fotos de su cosecha de cúrcuma y del polvo de cúrcuma que hizo basado en mi receta.
¡Muchas gracias por compartir, María Fernanda!!!
Hola Evy!! Saludos desde Rosario Argentina!
Como quedáramos te estoy enviando 3 fotos:
La foto del frasco es la cúrcuma que elaboré siguiendo tu receta. ¡Fantástica receta!
La 2 fotos siguientes son de los rizomas que coseché de mi planta de Cúrcuma. Unos pocos rizomas los uso para poder hacer brotar una nueva planta y para eso los dejo mes, mes y medio en un almácigo de tierra que siempre esta húmeda y a oscuras. Me aseguro, de ese modo, que el rizoma largue brotes nuevos antes de sembrarlo en el lugar definitivo (en la foto se ve el brote nuevo). Esta tarea (siembra definitiva) la realizo bien entrado el mes de noviembre para asegurar el mucho sol y alta temperatura que es lo que a la planta le gusta.
La última foto es mi cosecha de rizomas ya limpios y pelados y antes de empezar el proceso de deshidratación que tan bien se explica en tu receta.
Lamentablemente no tomé foto de la planta en su madurez. Pero puedo decir que desarrolla unas hojas grandes y altas de un color verde intenso. Esta planta disfruta del calor y la humedad como pocas. Pero ante la primer helada sus hojas se amarillentan y mueren. El periodo para que se desarrollen los rizomas es de 11 – 12 meses. En mi caso la planta tuvo hojas hasta mediados de mayo. Con los primeros fríos perdió todo el follaje y para julio era sólo un matorral seco. Recién coseché los rizomas a fines de agosto, ya que es el mes de la Pachamama y se me antojó que era un buen mes para para ofrendar y recibir ofrendas de la madre Tierra. Como veras la Pacha fue generosa ….
Espero que las fotos y mi experiencia te resulten útiles.
Tu página es muy interesante, tiene estilo y consejos muy útiles. A mi, además, me sirve para practicar etwas Deutsch.
Saludos cordiales
Maria Fernanda