Genealogía
El árbol genealógico de las 3 ramas de mi familia
PARDO, WEGE y BÜHRING
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(En caso de que el link no funcione, por favor desplázate hasta abajo, donde encontrarás la hoja de excel con el árbol genealógico. ¡Muchas gracias por tu interés!)
La familia WEGE es la rama de mi madre y se encuentra en el medio y con letra roja.
La familia PARDO es la rama de mi padre adoptivo y se encuentra a la izquierda y con letra azul.
La familia BÜHRING es la rama de mi padre biológico y se encuentra a la derecha y con letra verde.
A mí, a mis hermanos y a nuestros hijos nos he marcado con letra lila, ya que pertenecemos tanto a la línea materna como a las paternas.
Para un mejor entendimiento, quisiera explicar la diferencia de los apellidos en los diferentes países:
Mientras que en Alemania sólo se usa un solo apellido (generalmente el paterno) y el apellido materno no es transmitido a la siguiente generación, en los países hispanohablantes como el Perú y España todas las personas llevan 2 apellidos: El paterno en primer lugar y el materno en segundo lugar.
Cuando una mujer se casa en el Perú, se queda con el apellido paterno y adquiere además el apellido de su esposo con la preposición “de”. (En Alemania sólo los apellidos de la nobleza llevan la preposición “de”= “von” en alemán).
En cambio en Alemania cuando una mujer se casa, generalmente renuncia al apellido paterno y adquiere el de su esposo. En raras ocasiones hay mujeres que se quedan con sus apellidos de solteras. Algunas se deciden por un apellido doble que consta del apellido paterno más el apellido del esposo, unidos ambos por un guión. Cuando una mujer al casarse renuncia al apellido del esposo, se puede poner en documentos importantes después del apellido del esposo “geb. APELLIDO MATERNO” (“geb.” es la abreviación de “geboren”, que significa nacida o en este caso “apellido de soltera”).
Cuando yo me casé por primera vez aquí en Alemania, renuncié a mi apellido paterno y adquirí el apellido de mi esposo. Cuando me divorcié, me quedé con el apellido de mi ex-esposo y cuando me volví a casar, decidí conservarlo y añadirle el apellido de mi nuevo esposo. Es por eso que yo llevo ahora un apellido doble que consta de los apellidos de mis 2 maridos.
De cómo así empecé a interesarme por mis raíces:
Empecé a interesarme por mi árbol genealógico y por las historias de mis antepasados en el año 2006. Estaba de visita en el Perú, conversando con mi tía Ceci en casa de mi familia cuando me dí cuenta de que ella era la última persona que aún podía contarme algo sobre mis antepasados por el lado materno. Mi mamá había fallecido ya (demasiado joven) en 1999 y mi abuelita una año atrás. ¡Y de pronto sentí una gran urgencia de enterarme de las historias de mis antepasados! Le pregunté a mi tía Ceci si ella podía contarme algo sobre mis bisabuelos – ¡y empezó a hacerlo inmediatamente! Pero de repente se interrumpió en seco y me dijo que era demasiado para contármelo todo en una tarde. En el primer momento me asusté ya que debía regresar pronto a Alemania y temía perder la oportunidad de enterarme de los detalles de mi famosa bisabuela Victoria. Pero mi tía me tranquilizó y prometió escribirme las historias de nuestros antepasados por capítulos y mandármelas poco a poco por correo.
¡Y así lo hizo! En los meses siguientes cada vez que venía el cartero con las largas cartas de mi tía Ceci, yo saltaba de alegría. Me escribía cada día un poquito, como un diario, y cuando tenía 60 y a veces hasta 80 páginas, me las mandaba en ese papel de carta típicamente delgadito que antes se usaba para el correo aéreo. Sus cartas eran bien detalladas y también muy amenas, pero también super desordenadas. Me iba contando las historias de mis abuelos y bisabuelos, pero también su propia historia y la de mi mamá, saltándose sin orden alguno de una generación a la otra. Y para no confundir las historias empecé a armar mi primer árbol genealógico. Paralelamente le pedí a mi tía Evelyn, la prima de mi mamá que vive en Alemania, que me cuente todo lo que ella sabía sobre el lado paterno de mi mamá. Me fuí apuntando cada información que llegaba a mis manos y oídos y fuí juntando todas estas informaciones en una carpeta junto con las cartas de mi tía Ceci.
A fines de 2011 volví a Perú y el destino quiso que mi viaje coincidiera justo con los preparativos de mi tía Ceci para su mudanza. Se estaba mudando de una casa grande a un departamento pequeño y cuando fuí a verla, me entregó 2 cajas viejas de zapatos y me dijo: “Llévate esto. En mi nuevo hogar no voy a tener el espacio para seguir guardanto estos cachivaches que almacenaba tu abuela. Además tú eres la única que se interesa por las historias del pasado.” Y cual no fuera mi sorpresa al abrir las cajas y descubrir en ellas la herencia de mi abuela: ¡Había estado guardando cartas, fotos, recortes de periódico y todo tipo de documentos durante décadas! En esas cajas encontré partidas de nacimiento, de matrimonio, de defunción, pasaportes vencidos de varias generaciones… ¡Hasta el pasaje de barco que había usado mi abuelo cuando emigró de Alemania a Sudamérica en 1923 así como su currículum escrito a mano en los años 50 estaban en esas cajas! Me sentí honradísima con tamaño regalo y entonces sentí una necesidad urgente e imprescindible de sentarme y reconstruir las historias de mi familia. Sin embargo, aún tardaría 2 años en encontrar el tiempo y la paciencia necesarios para empezar y 2 años más hasta concluir mis investigaciones y terminar de escribir todas las historias. Muchos de los datos que me faltaban, sobre todo del lado alemán de la familia, los conseguí contactando además los respectivos municipios aquí en Alemania.
Cuando terminé con el árbol de mi madre, continué con los árboles genealógicos de mis dos papás. Pues sí, ha leído bien: ¡Tengo dos padres! Un padre adoptivo (el segundo esposo de mi mamá), que es quien me crió y el único a quien llamo papá ¡y que es por cierto el mejor padre del mundo! Y un padre biológico (el primer esposo de mi mamá) que conocí recién a los 18 años cuando me vine a Alemania. (Mi mamá estaba encinta y yo en camino cuando ella se separó de él y se regresó al Perú). Reconstruir el árbol genealógico de mi padre adoptivo no fue ningún problema ya que alguien de la familia ya se había dado el trabajo y había tenido la gentileza de publicarlo en el internet. Las historias de los antepasados de mi papá me las contó él mismo personalmente y parcialmente también mi tío Adolfo por e-mail desde los EEUU donde reside. Más tarde contacté a la viuda de mi padre biológico y le pregunté si ella también podría darme algunas informaciones ya que yo no sabía casi nada de este lado de mi familia. Ella me dió varios nombres e informaciones ¡y así me enteré de que tenía una tía cuya existencia yo ignoraba! Por supuesto que inmediatamente la busqué y la contacté y en 2016 la conocí personalmente. Y también ella me ha proporcionado más informaciones, ayudándome a completar también el árbol de mi padre biológico.
Una vez listos los árboles genealógicos de mis 3 líneas (una materna y dos paternas) decidí unir los 3 árboles y consolidarlos en un solo gran árbol, por lo cual el mismo se extiende “a lo ancho” más que a lo largo. Por esta razón y para no exagerar, he limitado la lista de generaciones hasta mis tatarabuelos. Y para diferenciar mejor las 3 diferentes ramas, las he marcado de diferentes colores.
Y ahora me complace mucho compartir aquí en el internet mi gran árbol genealógico, del cual estoy muy orgullosa, con toda gran familia y todo aquél que se interese por nuestras raíces.
Genealogía en alemán: Ahnenforschung
Y aquí otra vez el árbol genealógico completo:
Nota: Para poder visualizar todos los miembros de las 3 ramas de la familia, es necesario no sólo desplazarse hacia abajo, sino también hacia la derecha con ayuda de la barra que encontrarás al final de la hoja de excel.
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